PEDIROS
PERDÓN ES POCO…PERO LO HAGO; PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN…!!!!!
Todo
cuánto me podáis decir ya lo sé, o sea que una impresentable. Pero vamos a no
cargarlo todo sobre el mismo burro ¿eh? que vosotros tampoco me habéis dicho
nada a mí.
Pues
sí, sí… el lunes de mi retorno fue un día marcado con estrellitas en la empresa
(y ya no digamos en mi vida) Tranquis… ahora voy! Coñe! Con las prisas!!!!!!!!!
De
entrada, cuando me vi en el espejo, antes de salir de casa, maquillada, vestida
y con los pelos de punta (pero muy bien puestos, muy graciosos) casi me da un
pasmo. No me reconocía ni yo. Tendrías que haber visto la sonrisa de mi madre.
No le cabía en la cara.
El
régimen drástico, pero efectivo, me había convertido en una estilosa silueta
alargada, tanto así que el segurata del trabajo no me quería dejar entrar. La
verdad es que la foto que sale en mi acreditación, poco o nada tiene que ver
con mi actual “look”. Hasta que no rompí en estruendosas carcajadas no se
convenció de que “yo” era “yo”.
Pisando
firme entré en las oficinas como si fuera la mismísima dueña, pero me traicionó
la fuerza de la costumbre y sin pensarlo fui directa al pequeño cubículo en el
que durante seis años había desempeñado mis funciones como la “secre” de la
“Secre de Dirección”.
El
altercado con el segurata me había hecho
perder unos minutos y al llegar a “mi despacho”, me encontré sentada detrás de
la mesa a una persona de un rubio dudoso, ojos inmensos de color marrón
vulgarcillo, con la piel más blanca que un helado de nata y una cara de susto
tan, pero que tan grande, que me tuve que morder (poco tampoco era cuestión de
hacerme daño) la lengua para no echarme a reír.
Efectivamente
no era la despampanante rubia que yo había creído ver aquel ya lejano día tras
el fallecimiento de…, bueno, ya todos sabéis quién, me resulta doloroso
nombrarla.
Metida
en mi nuevo papel, le sonreí amistosamente, le lancé un alegre “Buenos días” y
girando sobre mis talones me encaminé hacia la puerta de Gerencia (en realidad
es la de al lado). Debo reconocer que me temblaba algo la mano al girar el
pomo, pero cerré los ojos y la abrí de golpe.
También
de golpe abrí los ojos, me daba miedo, pero lo superé. Lo que vi me dejó
anonadada. Era una estancia pintada de un blanco con toques de gris, clara,
diáfana, la persiana también era nueva y de un bonito color crema…y los
muebles… madre del amor hermoso LOS MUEBLES!!!!! nuevos, modernos y de un
precioso color roble, la lámpara de mesa nueva de diseño, un pedazo de silla
giratoria con brazos… bueno... no sé cómo explicarlo era el despacho soñado de
cualquier ejecutiva que se precie. Al menos para mí, que era el primero que
veía, me lo pareció. El HombrecitoGranJefe, (tengo que dejar de llamarlo así)
había cumplido su promesa. Allí no había nada que recordara a su anterior
usuaria.
Colgué
la chaqueta en el armario empotrado y muy bien disimulado y me llevé el bolso a
la mesa para guardarlo en algún cajón. No podía dejarlo en el armario en él
llevaba todas “mis quiscosillas” y no estaba dispuesta a desprenderme de golpe
de mis viejas costumbres.
Me
senté, ¡Por favor! aquella silla no era para trabajar, era para dormir la
siesta del siglo. No había acabado de acercarme del todo a la mesa, cuando unos
discretos golpes me avisaron de que alguien quería entrar. Carraspeé un poco y
me salió un repelente “Adelante”.
Era la
nueva, no recordaba el nombre. Se quedó plantada ante la mesa mirándome (muy
habladora no es que lo sea no), e hice lo propio. Es decir, la miré. Ante el
silencio provocado, al final con voz apagada y temblorosa me dice: “Srta.
Violeta Davinia” (¿¿¿¿????) --era yo, me
lo estaba diciendo a mí – “Dígame cómo le gusta el café y se lo traeré, si es
que le parece bien” Me lo estaba preguntando… ¿a mí? ¡Ja! No, no me parecía
bien, me parecía excelente!!!!!!!!!!!!
Sonriente
me levante, alargué la mano y le dije: “Tranquila, que soy de gustos sencillos,
con un capuccino con toque de canela y un donut, tengo bastante, pero antes
dame la mano y perdona pero no recuerdo
tu nombre”.
Ella
toda temblorosa (pobrecilla), me dio la mano y dijo, (agarraos que vienen
curvas) “Me llamo Arsenia (aquí sí que me mordí la lengua y no me importó que
me doliera, y yo quejándome de mi nombre), pero en casa, los amigos y los
compañeros de aquí, me llaman Nica” (otro mordisco, empezaba a dudar de que
fuera sano tanto morder). Nica leyó en mis ojos el asombro ante tal diminutivo
y se apresuró a aclarármelo.
“Es que
de pequeña mi abuela empezó a llamarme Arsenica, y al final se quedó en Nica”.
(Toma mordiscazo!!!!) Creo que sonreí, o eso era lo que pretendía y le contesté
que ella a mí podía llamarme Violeta, y que apeara el Señorita que no era
persona de tales superioridades, si no le dije eso exactamente, por ahí iban
los tiros.
Nica
fue a buscar el café y observé que andaba como un pato mareado, es decir, se
balanceaba de una manera algo rara. No pude continuar observándola porque la
puerta que daba directamente al despacho del jefe se abrió apareciendo éste muy sonriente y tendiéndome
la mano, que naturalmente apreté, añadió:
“Mire
Violeta, si a usted le parece bien, tómese el día de hoy para irse poniendo al
día y mañana por la mañana a primera hora nos reuniremos y empezaremos a
trabajar en serio”, justo cuando iba a contestarle, (encantada de la vida), que
sí, un ruido como de tren descarrilando,
mucho alboroto y algún que otro grito nos hizo salir a los dos disparados del
despacho.
Luego
me supo mal, pero en aquel momento no pude evitarlo, me eché a reír a cajas
destempladas. Allí en el suelo, rodeada de vaso, sobres mojados de tres tipos
de azúcares diferentes, un charco de indefinido color y un donut que deambulaba
sobre el líquido, estaba sentada Nica.
Sus
ojos estaban llenos de un líquido que yo conocía muy bien, y su gesto de
impotencia era tal que me recordó tanto a mí que… la que se echó a llorar fui
yo…
Todos
se desvivieron por consolarme, sin tener ni idea de por qué debían hacerlo,
olvidando a la pobre Nica allí sola, mojada y humillada…
Así
empezó mi primera mañana de regreso a la oficina, ahora no puedo seguir, pero
mañana más…Prometido!!!!!
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