Pues
sí, amigos, Nica “ya” no está, Nica se fue, y nunca volverá… Ese ha sido el
único motivo por el que no he podido cumplir mi promesa de contaros todo lo que
había pasado entre aquéllas paredes durante mi ausencia.
Después
de la caída de Nica y una vez recogido
el estropicio. La pobre me recordó tanto a mí misma, que la ayudé hasta a
limpiar el suelo y todo. Empezó a llorar y a llorar y no paraba, parecía una
fuente, en serio, ni yo he llegado a llorar tanto nunca. Cuando ya no se me
ocurrió nada más para calmarla, le dije: “Anda mujer, vamos a repasar todo lo
que ha llegado y lo qué has hecho durante mi ausencia”.
Pobre,
¡Me dio una pena!, Sonriendo entre lágrimas afirmó con su cabecita. (Ni tan
siquiera sospechaba yo que en poco tiempo estaría mucho más que dispuesta a
arrancársela a mordiscos). Secándose toda la cara y cuando digo toda, es toda,
arrastrando lágrimas, mocos y pelos por ella, empezó a caminar de aquella
extraña manera entre pato y avestruz que me fascinaba. Era increíble que
pudiera hacer aquellos movimientos y no caerse.
La
seguí hasta su despachito (éste si que estaba igual que lo había dejado yo),
algo mugroso y con la foto de Clooney enganchada en el lateral interno de la
mesa. ¡Qué tiempos! Rememorando sonreí. Antes cuando podía, o me acordaba, todo
sea dicho, de vez en cuando echaba hacia atrás mi vulgar silla de ruedas con
respaldo movedizo, de ésos que no sabes nunca si se van a caer o no, y lo
miraba suspirando.
Volví
enseguida a la realidad. Encima de la mesa había, básicamente, tres grandes
montones de papeles, sí lo habéis leído bien, TRES. Eso sí, enormes, eran tan
altos sobre todo, uno de ellos, que casi no me dejaban ver el cuarto y eso que
mi altura es algo más que respetable.
Atónita
me quedé mirando como una lela, hasta que un carraspeo satisfecho, emitido por
la susodicha, me devolvió a la realidad.
La mire
durante unos momentos hasta que pude preguntar: ¿Tú, tú… has hecho esto? Muy
satisfecha asintió, agitando tantas veces la cabeza que por un momento temí que
se le descoyuntara: “Sí, todo,
perfectamente ordenado”. “Ya…veo” añadí, pero lo entendería mejor si me
explicaras qué es”,
Con una
cara de satisfacción que daba envidia empezó su “explicación”; Mire Señ… Violeta,
hay cuatro pilas de papeles ¿lo ve?” (Algo mareada ya, asentí), “Bien, una es
de la letra “C” de cartas, Otra es de la letra “F” de facturas, la del
medio (era enormemente alta no os lo
podéis ni imaginar) es de la letra “P” de propaganda y la más pequeña, la de
atrás, ésa es de la letra “S” de sobres.
Tuve
que apoyarme en la puerta, y darme aire con la mano. En un rápido cálculo
mental sumé los días que yo había estado ausente el resultado era espeluznante.
Me aferré desesperadamente a una pequeña brizna de esperanza y con mucho
cuidado pregunté: “Todo esto… ¿desde cuándo lo tienes aquí?”. Respuesta: “Una
semana”. Solté un bufido de alivio que se me quedó a la mitad, cuando ella
prosiguió…”Pero el resto está aún por ordenar” Bizqueando intenté mirarla pero
no podía, cuando me pongo nerviosa bizqueo y claro las imágenes se me escapan.
Me dio un ligero golpe en el brazo y se dirigió al armario viejo y roñoso de
dos puertas, que era igualito al que había en una de las viejas habitaciones de
la casa de la abuela en el pueblo.
La seguí,
y ahí nos tenéis a las dos, plantadas delante de un armario silente (aunque a
mí me pareció oír algún que otro crujido, tenue, pero crujido). Sin perder para
nada la sonrisa… me hizo gestos con la mano para que juntara mi cabeza a la de
ella. Anonadada lo hice y abrió sólo un poco la puerta.
Madre
del amor no hermoso no, generoso, porque hay que ser muy pero que muy generoso
para no matarla allí mismo. El armario
estaba a rebosar de papeles.
Algo
más fuerte que yo me impulsó a abrir de golpe la puerta del armario. Nunca tal
hiciera!!!!! Sólo el cartero y la oficina postal cercana sabían lo que allí
había. Bueno y las casas de Mensajería urgente. Empezaron a caer, a caer, a
caer, y aquello era como una fiesta, un sin parar, cada vez más y más.
Enloquecí
y a gritos destemplados, le pregunté: “Pero alma de cántaro lo que hay encima
de la mesa…¿De qué semana es? La respuesta me heló el corazón: “De la última,
iba abriendo poco a poco la puerta, sacaba unos cuántos y los ordenaba”.
Tuvieran
que separarme a la fuerza de ella, la agarré por el cuello mientras intentaba
pedirle explicaciones pero parece ser que la cosa sonaba
así:“Pertquethspdoquestooooooooooooooooagssssssfrrrrrrggggrrrññññsssssss”.
Cuatro
hombres fueron necesarios para salvarla de mi santa y justa ira. Mientras yo
continuaba vociferando, el HombrecitoGranJefe tuvo la brillante idea de decir:
“Mire Nica, me veo obligado a despedirla, lo que usted a hecho no tiene
nombre”.
Me giré
hacia él y hacia los otros tres y encarándome en plan chulo les espeté: ¿Pero
es qué no os dabais cuenta de qué nadie os pasaba correspondencia ni nada de
nada?
Contritos
bajaron la cabeza. ¡Claro lo bien que habían vivido, sin dar palo al agua
durante…mejor ni pensarlo!.
Desde
ese día hasta hoy, cada mañana desde que entramos hasta la hora de salida por
la tarde (al mediodía nos zampamos un bocadillo) estamos el HombrecitoGranJefe,
una chica de contabilidad y dos de los “grandes trabajadores” intentando poner
algo de orden en el caos producido por la Arsenia , Nica para los amigos.
Esta
misma tarde uno de ellos ha tenido la osadía de preguntar si el jueves por la
tarde trabajaríamos o ya al mediodía nos íbamos de Semana Santa.
Un frasco de Agua del Carmen (para mí) algunas tiritas y un frasco de alcohol para él, creo que le han dejado muy claro lo que pasará esta Semana Santa. (Por cierto, no sabía yo que el Agua del Carmen te dejaba en un estado así.. de agustón!!!!!) o sea que ya os iré informando en la media de lo posible.
Un frasco de Agua del Carmen (para mí) algunas tiritas y un frasco de alcohol para él, creo que le han dejado muy claro lo que pasará esta Semana Santa. (Por cierto, no sabía yo que el Agua del Carmen te dejaba en un estado así.. de agustón!!!!!) o sea que ya os iré informando en la media de lo posible.
“¡Eh,
vosotros, traedme otro frasco de Agua del Carmen, que noto como un
vahído…jijijiji!”
Muy Interesante todo lo que escribes, Con gusto te sigo, bendiciones!!!!
ResponderEliminarMe he divertido mucho.Sigue contándonos. Un beso.
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