Los que quieren leer lo que se me ocurre escribir

miércoles, 4 de abril de 2012

NICA NO ESTÁ, NICA SE FUE Y NUNCA VOLVERÁ....!!!!!!!



Pues sí, amigos, Nica “ya” no está, Nica se fue, y nunca volverá… Ese ha sido el único motivo por el que no he podido cumplir mi promesa de contaros todo lo que había pasado entre aquéllas paredes durante mi ausencia.
Después de la caída de Nica  y una vez recogido el estropicio. La pobre me recordó tanto a mí misma, que la ayudé hasta a limpiar el suelo y todo. Empezó a llorar y a llorar y no paraba, parecía una fuente, en serio, ni yo he llegado a llorar tanto nunca. Cuando ya no se me ocurrió nada más para calmarla, le dije: “Anda mujer, vamos a repasar todo lo que ha llegado y lo qué has hecho durante mi ausencia”.
Pobre, ¡Me dio una pena!, Sonriendo entre lágrimas afirmó con su cabecita. (Ni tan siquiera sospechaba yo que en poco tiempo estaría mucho más que dispuesta a arrancársela a mordiscos). Secándose toda la cara y cuando digo toda, es toda, arrastrando lágrimas, mocos y pelos por ella, empezó a caminar de aquella extraña manera entre pato y avestruz que me fascinaba. Era increíble que pudiera hacer aquellos movimientos y no caerse.
La seguí hasta su despachito (éste si que estaba igual que lo había dejado yo), algo mugroso y con la foto de Clooney enganchada en el lateral interno de la mesa. ¡Qué tiempos! Rememorando sonreí. Antes cuando podía, o me acordaba, todo sea dicho, de vez en cuando echaba hacia atrás mi vulgar silla de ruedas con respaldo movedizo, de ésos que no sabes nunca si se van a caer o no, y lo miraba suspirando.
Volví enseguida a la realidad. Encima de la mesa había, básicamente, tres grandes montones de papeles, sí lo habéis leído bien, TRES. Eso sí, enormes, eran tan altos sobre todo, uno de ellos, que casi no me dejaban ver el cuarto y eso que mi altura es algo más que respetable.
Atónita me quedé mirando como una lela, hasta que un carraspeo satisfecho, emitido por la susodicha, me devolvió a la realidad.
La mire durante unos momentos hasta que pude preguntar: ¿Tú, tú… has hecho esto? Muy satisfecha asintió, agitando tantas veces la cabeza que por un momento temí que se le descoyuntara: “Sí, todo,  perfectamente ordenado”. “Ya…veo” añadí, pero lo entendería mejor si me explicaras qué es”,
Con una cara de satisfacción que daba envidia empezó su “explicación”; Mire Señ… Violeta, hay cuatro pilas de papeles ¿lo ve?” (Algo mareada ya, asentí), “Bien, una es de la letra “C” de cartas, Otra es de la letra “F” de facturas, la del medio  (era enormemente alta no os lo podéis ni imaginar) es de la letra “P” de propaganda y la más pequeña, la de atrás, ésa es de la letra “S” de sobres.
Tuve que apoyarme en la puerta, y darme aire con la mano. En un rápido cálculo mental sumé los días que yo había estado ausente el resultado era espeluznante. Me aferré desesperadamente a una pequeña brizna de esperanza y con mucho cuidado pregunté: “Todo esto… ¿desde cuándo lo tienes aquí?”. Respuesta: “Una semana”. Solté un bufido de alivio que se me quedó a la mitad, cuando ella prosiguió…”Pero el resto está aún por ordenar” Bizqueando intenté mirarla pero no podía, cuando me pongo nerviosa bizqueo y claro las imágenes se me escapan. Me dio un ligero golpe en el brazo y se dirigió al armario viejo y roñoso de dos puertas, que era igualito al que había en una de las viejas habitaciones de la casa de la abuela en el pueblo.
La seguí, y ahí nos tenéis a las dos, plantadas delante de un armario silente (aunque a mí me pareció oír algún que otro crujido, tenue, pero crujido). Sin perder para nada la sonrisa… me hizo gestos con la mano para que juntara mi cabeza a la de ella. Anonadada lo hice y abrió sólo un poco la puerta.
Madre del amor no hermoso no, generoso, porque hay que ser muy pero que muy generoso para  no matarla allí mismo. El armario estaba a rebosar de papeles.
Algo más fuerte que yo me impulsó a abrir de golpe la puerta del armario. Nunca tal hiciera!!!!! Sólo el cartero y la oficina postal cercana sabían lo que allí había. Bueno y las casas de Mensajería urgente. Empezaron a caer, a caer, a caer, y aquello era como una fiesta, un sin parar, cada vez más y más.
Enloquecí y a gritos destemplados, le pregunté: “Pero alma de cántaro lo que hay encima de la mesa…¿De qué semana es? La respuesta me heló el corazón: “De la última, iba abriendo poco a poco la puerta, sacaba unos cuántos y los ordenaba”.
Tuvieran que separarme a la fuerza de ella, la agarré por el cuello mientras intentaba pedirle explicaciones pero parece ser que la cosa sonaba así:“Pertquethspdoquestooooooooooooooooagssssssfrrrrrrggggrrrññññsssssss”.
Cuatro hombres fueron necesarios para salvarla de mi santa y justa ira. Mientras yo continuaba vociferando, el HombrecitoGranJefe tuvo la brillante idea de decir: “Mire Nica, me veo obligado a despedirla, lo que usted a hecho no tiene nombre”.
Me giré hacia él y hacia los otros tres y encarándome en plan chulo les espeté: ¿Pero es qué no os dabais cuenta de qué nadie os pasaba correspondencia ni nada de nada?
Contritos bajaron la cabeza. ¡Claro lo bien que habían vivido, sin dar palo al agua durante…mejor ni pensarlo!.
Desde ese día hasta hoy, cada mañana desde que entramos hasta la hora de salida por la tarde (al mediodía nos zampamos un bocadillo) estamos el HombrecitoGranJefe, una chica de contabilidad y dos de los “grandes trabajadores” intentando poner algo de orden en el caos producido por la Arsenia, Nica para los amigos.
Esta misma tarde uno de ellos ha tenido la osadía de preguntar si el jueves por la tarde trabajaríamos o ya al mediodía nos íbamos de Semana Santa.
Un frasco de Agua del Carmen (para mí) algunas tiritas y un frasco de alcohol para él, creo que le han dejado muy claro lo que pasará esta Semana Santa. (Por cierto, no sabía yo que el Agua del Carmen te dejaba en un estado así.. de agustón!!!!!) o sea que ya os iré informando en la media de lo posible.
“¡Eh, vosotros, traedme otro frasco de Agua del Carmen, que noto como un vahído…jijijiji!”

2 comentarios:

  1. Muy Interesante todo lo que escribes, Con gusto te sigo, bendiciones!!!!

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  2. Me he divertido mucho.Sigue contándonos. Un beso.

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