Los que quieren leer lo que se me ocurre escribir

lunes, 16 de enero de 2012

EL SUSTO DE LA NAVIDAD


Eiiiii!!!!!!! ¿Qué tal compañeros? Lo sé, lo sé, ha pasado mogollón de tiempo, pero es lo que tiene pertenecer a una familia tradicional, vivir entre personas tradicionales y no tener lo que hay que tener para enviar la tía abuela Conchita a tomar por c...!
En mi familia compartimos un extraño "gen", que hace que, a pesar de ser más del país que el jamón de bellota, en cuanto llegael 15 de noviembre nos entre una euforia "yanquiniana" que nos impulsa a empezar a preparar y hacer listas de todo lo que hay que  limpiar, adornar comprarpara regalar, comer (incluidos s medicamentos estomacales ), esconder,o  ya al borde de la desesperación directamente tirar, a fin y efecto de celebrar "LA NAVIDÁ" (así con acento en la A) como Dios manda (??????), a decir de mi madre y eso que  nadie de la familia va a misa del gallo nia la iglesia jamás. Es más por no ir, no fueron ni a bautizarme.
En resumen que pasado Reyes, de una extraña manera, volvemos todos a nuestro naturall y el día 7 podemos retomar nuestras vidas normalmente, bueno con las premisas que sobre la normalidad tenga cada uno. Tenía previsto quedar con vosotros ese mismo día, pero la situación me superó y, llamadme lo que querais que no me quejaré,  pero no pude o no supe estar a la altura.
Al entrar en el despacho percibí algo raro en el ambiente, como si se mascara la tragedia. ¡Ya está! pensé, nos ha caido un ERE.
Mientras me dirigía a mi mesa, en el despacho de Tessma (con dos eses), vaaaaale, no os lo había dicho, yo soy la "secre" de la Secretaria de Gerencia que es ella...Pero sólo porque llegó a la empresa y al mundo, dicho sea de paso, algunos bastantes  años antes que yo, notaba como los compañeros me miraban de reojo, disimulando... Pensé, ya está, me ha tocado, me despiden.
 Resignada giré el pomo de a puerta para entrar y ¡mira! os lo podeis creer, me llevé un susto como no recordaba otro, enloquecí y  aterrorizada empecé a chillar cual posesa, sin freno, temblando de pies a cabeza, mi mente era incapaz de procesar lo que mis ojos veían, se me cayó el bolso, el bocata, el diario, el café que, casualidades de la vida, fue a parar enterito sobre mi abrigo nuevo de color crudo, imitación de lana de camello, y cómo estaría yo que  "ME DIO IGUAL",  a la mierda los 49 euros que me había costado en la tienda de imitaciones que encontré por Internet. Nunca, nunca subestimeis el poder del miedo.
Un extraño ser de pelo verde-amarillo con tonalidades azules, doradas, plateadas, se acercaba al trote, que digo trote, al galope hacia mi, con tal fuerza que  "aquello" y caimos al suelo. Me di un  un fuerte golpe en la cabeza, mientras "aquello" me tapaba con fuerza la boca. En un breve instante de lucides pensé, no, esto no me puede estar pasando a mi, debo estar dormida y soñando. Si al otro lado de la puerta están mis compañeros, ¿Cómo es que no vienen  a auxiliarme? ¿La Navidad los había dejado sordos a todos? ¿Tan poco aprecio me tenían?.
Emepezaba ya a maquinar una venganza, cuando un sibilino "Shssssssssss...cállate pedazo de idiota!  me fue escupido a la cara
Así de buenas a primeras me mosqueé, pero...¿Quién co...? no, no podía ser, aquel tono de voz, aquella forma de insultar parecía, era la de Tessma (con dos eses). Intenté quitármela de encima, a base de codazos y patadas, la verdad es que me metí en el papel a conciencia, para una vez que podía, pues, mal hecho si quereis, pero puesta,  aproveché.
Conseguí zafarme y quedamos las dos a cuatro patas mirándonos y respirando fatigosamente, ella más que yo, ya sabeis, la edad y eso. Parecíamos leonas en celo. Sacando fuerzas de mi debilidad, después de varios intentos sin conseguir vocalizar nada, pregunté finalmente:
- Tessma (con dos eses) ¿Qué te has hecho?
¡Qué dije! Volvió a lanzarse sobre mi cual fiera enjaulada mientras repetía:
- ¿Hecho? ¿Hecho yo? ¡Estás como una cabra! ¡Esto, esto que ves en mi cabeza me lo han hecho!
Llorando ya a moco tendido, balbuceó:
- Yo no quería esto, sólo pretendía ser la más original, la más "fashion" en la fiesta de Fin de Año, pero la muy burra de la peluquera, se equivocó y, y, y... el llanto no la dejó continuar.
Aguánté la risa como pude. En serio verla era como un sueño hecho realidad: El rimmel chorreteando por su mejillas, una de las pestañas postizas medio colgando, la boca despintada, colorete y maquillaje formando una única masa de color indefinido entre el rosa, el marrón  y el negro y la cabeza, la cabeza, Santa Quiteria, la cabeza era para echarle de comer aparte
Me senté en la moqueta, le cogí las manos, más que nada para evitar que me atizara un guantazo, y la animé a que me contara que había pasado.
No sé a quien o a que agradecer la serenidad que cayó sobre mi mientras ella desgranaba sus infortunios, dignos de la mejor de las comedias americanas, pero en vivo y en directo y le había pasado a ella a Tessma (con dos eses). No podía creerlo.
El día 31 de dicienmbre, cuando entró en la peluquería de muy "alto standing" a la que acudía. salía una nena muy mona (en su idioma quiere decir una piva de entre 23 a 26 años como un tren), con una larga melena, cuyas puntas lanzaban destellos de todos los colores del arco iris. Teniendo en cuenta que aquella nena era más o menos de su edad (pffffffffff) que se parecían mucho (más pffffffffffffffffffffff) y que además ella, Tessma (con dos eses) tenía el pelo más bonito (requetepfffffffffffffffffffffffffffffffffffff) decidió hacerse lo mismo.
Se ve que cuando se lo dijo a su "estilista", ésta trató de disuadirla, diciendo que la "nena", se lo había hecho porque era modelo, tenía una melena casi hasta la cintura, mucho pelo y que además la obligaba el oficio.
Nones, Tessma( con dos eses) que tenía pelo-ratón de tanto tinte y que ya no cumpliría los 40, se empecinó en que  ambas eran igual de monas y graciosas y que no tenía importancia que ella llevara el pelo apenas rozándole los hombros.
Se salió con la suya, la apurada mujer procedió a colorearle la cabeza, adviténdole, eso sí, de que los tintes eran muy fuertes y que no le garantizaba nada, hasta quiso hacerle firmar un papel a lo cual, Tessma (con dos eses) se negó.El resultado fue el arco iris, pero en feo y sobre un erizo.
 No sé de que demonios estarían hechos aquellos tintes, pero además de pintar su pelo lo retorcieron como si fuera una lombriz, con lo que el efecto era peor aún. Cuando se vio ordenó que se lo quitaran pero ya. Fue informada de que era del todo imposible y que debería esperar a que el cabello creciera ye irlo cortando a fin de eliminar tan colorido efecto y que ni una decoloración podían hacerlo, porque ella parecía resignada a que le quedara blanco como una bola de billar. Pensó que lo único que tenía que cambiar era el árbol de Navidad verde tradicional por uno de esos blancos que parecen plumeros, a mi entender, y listo.
Pero ni eso, porque la atribulada profesional advirtió que le estaba saliendo unos pequeños puntitos rojos, a modo de erupción en el cuero cabelludo y que añadir más sustancias químicas podía llevarla a males aún mayores e inimaginables.
Total que se fue para casa, asustó a toda la familia, su madre tuvo que ir a Urgencias,  se encerró en la habitación, cerrando la puerta con pestillo, gritando que nadie, pero que nadie entrara, que le dejaran algo de comer en la puerta que ella ya se apañaría.
Se medía el pelo cada dos horas a ver cuánto había crecido, llamaba a la peluquería cada media hora, hasta que dejaron de contestarle y dudando entre raparse del todo o no.
.Direis pues que se ponga una gorra o un pañuelo o algo, pues no, no puede ser porque los puntitos rojos se convirtieron en una auténtica tortura acabando en un herpes que lo que menos necesitaba era que lo taparan.
O sea que desde ese día llega antes que nadie a la oficina y se va la última, y soy yo la que tiene que ir y venir por todos los despachos, llevando documentos para firmar y cafés para los jefes inventando historias sobre una rotura de tobillo de Tessma (con dos eses) que es tan cumplidora que aunque moverse pues no, no puede, viene a cumplir con su trabajo. que es el mío. Lo hace todo, yo sólo paseo, sonrío y la verdad me lo paso pipa, me gusta, y a los jefes parece que también. Sinceramente no creo que pueda ocultar el descabello (jejejeje) hasta que se arregle, un día u otro la descubrirán, pero mientras tanto yo pongo velas aromáticas en mi mesa, para que tarde mucho, pero mucho mucho en crecerle el pelo. ¿Qué quereis? La maldad humana es muy grande y el vivir sin trabajar y cobrar es un bien con muy mala prensa y que aconsejo que nadie desperdicie.
Nos vamos viendo y si eso ya os contaré.



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